Tú controlas tus puntos
fijos emocionales
Por regla
general las personas no se creen capaces de controlar lo que piensan. Observan las cosas
que ocurren a su alrededor y las analizan, pero por lo general creen que no
poseen ningún control sobre lo que se formula
dentro de ellos. Se pasan la vida clasificando los acontecimientos bajo los rótulos de bueno o malo, deseado e indeseado, justo o injusto, pero rara vez
comprenden que tienen la capacidad de controlar su relación personal con
estos acontecimientos.
Es imposible controlar
condiciones que han creado otros
Puesto que
muchas personas aprueban algunas de las condiciones que otros han
creado pero desaprueban otras, se plantean la misión imposible de
tratar de controlar las condiciones. A través de la fuerza o el poder
personal, o de reunir a la gente en grupos para adquirir más poder o
control, tratan de preservar su propio Bienestar afanándose en asumir
el control sobre cualesquiera circunstancias que crean que
representan una amenaza para ellos. Pero en este Universo basado en
atracción en el que no existe la exclusión, cuanto más se esfuerza
uno en rechazar cosas indeseadas, más cosas indeseadas atrae a su experiencia.
Y cuantas más cosas indeseadas se manifiestan en su
experiencia, más se reafirma uno en su creencia («convenciéndose» a
sí mismo) de que tenía razón al considerar perniciosas e invasivas
esas cosas indeseadas. Dicho de otro modo, cuanto más defiendas tus creencias,
más te ayuda la Ley
de Atracción a mantenerlas.
«¿Pero qué "verdad" es la auténtica
VERDAD?»
Sí prestas
la suficiente atención a algo, la esencia de aquello en lo que has pensado
acaba convirtiéndose en una manifestación física. Y cuando otros observan esa
manifestación física, contribuyen, a través de la atención
que le prestan, a que se expanda. Y al cabo del tiempo, esta manifestación,
tanto si es deseada como si no, se denomina «Verdad».
Deseamos que
comprendas que tienes absoluta libertad para elegir
las «verdades» que creas en tu experiencia. Cuando entiendas que la única razón de que alguien experimente
algo reside en la atención que presta
al tema, comprenderás fácilmente que la «verdad» existe sólo porque alguien le ha prestado atención. Así, cuando dices «debo prestar atención a eso, porque es
verdad», es como si dijeras «otros
han prestado atención a algo que no deseaban y en función de la atención que le han prestado han
hecho que eso fluyera hacia su experiencia.
Y puesto que ellos han atraído algo que no deseaban a su experiencia, yo también debo
hacerlo».
Existen muchas cosas maravillosas que conviertes en tus verdades, y muchas
otras no tan maravillosas que conviertes en tus verdades. La Creación
Deliberada consiste en
elegir deliberadamente las experiencias que constituyen
tus verdades.
Tus pensamientos inciden en tu
punto de atracción
Cuando los
pensamientos que has activado son más generales que específicos,
las primeras vibraciones son aún muy insignificantes y no poseen un gran poder
de atracción, por así decirlo. Por consiguiente, en esos primeros
estadios no es fácil que veas pruebas manifiestas de la atención que
prestas al tema. Pero aunque no veas aún esas pruebas no significa
que no se produzca la atracción de otros pensamientos que
coinciden con los tuyos. Dicho de otro modo, tu pensamiento se hace más
intenso, su poder de atracción es más potente y las vibraciones de
otros pensamientos similares se unen a él. Y a medida que tu
pensamiento adquiere más fuerza, comprendes a través de tus indicadores
emocionales el grado en que esta creciente vibración de pensamiento coincide
con la Energía
de tu Fuente. Si coincide con quien eres, tus emociones de bienestar te lo
indican. Si no coincide con quien eres, tus emociones de malestar te
lo indican.
Por ejemplo, es posible que cuando eras pequeño tu abuela te dijera: «Eres
un niño maravilloso. Te quiero mucho. Gozarás de una vida feliz y
satisfactoria. Tienes muchas dotes, y el mundo se beneficiará de tu
presencia». Esas palabras te producían una sensación grata porque se correspondían en un
sentido vibratorio con lo que anidaba en tu
interior. Pero cuando alguien te dice: «Eres malo. Deberías avergonzarte de ti
mismo. Me has disgustado. Eres un desastre», esas palabras te producen
un profundo malestar porque la atención que
les has prestado ha hecho que te conviertas en algo distinto en sentido vibratorio a lo que realmente
eres y lo que sabes.
La forma en que te sientes es una indicación clara y precisa de tu
alineación, o falta de alineación, con tu Fuente de Energía. En resumen, tus
emociones te indican si «permites»o te resistes a tu conexión con la Fuente.
Los estados de ánimo como
indicadores de tus puntos fijos emocionales
Cuando
persistes en centrarte en un determinado pensamiento te resulta cada
vez más fácil seguir centrándote en él porque la Ley de Atracción te facilita
otros pensamientos similares. De este modo desarrollas, desde
el punto de vista emocional, un estado de ánimo o una actitud. Desde el punto de vista
vibratorio, adquieres, por así decirlo, un
talante vibratorio habitual o fijo.
Tu estado de ánimo es una fiel representación de lo que atraes hacia
tu experiencia. Tu estado de ánimo, o un sentimiento generalizado sobre
determinado tema, constituye una clara indicación de la vibración que
has practicado. Dicho de otro modo, cada vez que activas en ti un
tema en virtud de tus experiencias en tu medio, tu vibración se sitúa de inmediato en su
frecuencia habitual o punto fijo.
Por ejemplo, digamos que cuando eras niño tus padres experimentaron
graves dificultades económicas. Por consiguiente, en tu casa hablaban
con frecuencia de la falta de dinero y la incapacidad de adquirir
lo que deseaban, lo cual iba acompañado por las correspondientes
emociones de preocupación y temor. A menudo, en respuesta a tus
peticiones, te decían que «el dinero no crece en los árboles», y que
«el mero hecho de desearlo no significa que lo consigas», y que «tú, al igual
que el resto de la familia, debes conformarte con lo
que tienes. No hay vuelta de hoja...» Debido a los años en que
prestaste atención a esos pensamientos de «falta de dinero», tu
pensamiento habitual sobre el dinero —tu Punto Fijo Emocional— se
convirtió en un pensamiento de escasas expectativas de éxito
financiero. Así, cada vez que pensabas en el dinero o la riqueza, caías de inmediato en un
talante o una actitud de frustración, preocupación o ira.
O quizá
cuando eras niño la madre de un amigo tuyo se mató en un accidente de tráfico y tu estrecha relación con alguien que padecía un trauma infantil tan grave hizo que
creciera en ti el temor por el
Bienestar de tus padres. Cuando partían de viaje en coche, te invadía el pánico
hasta que regresaban. Así, poco a poco, desarrollaste la costumbre de preocuparte por el Bienestar de las personas a las que querías. Tu Punto Fijo Emocional es
la inseguridad.
O quizá cuando eras adolescente tu abuela murió de un ataque al corazón. Y
durante los años que siguieron a su muerte oíste con frecuencia a tu
madre expresar su inquietud sobre las elevadas posibilidades de que le
ocurriera lo mismo a ella o a sus hijos (¡incluso a ti!). Prácticamente cada
vez que hablabais de tu abuela, su inesperada muerte se convertía en una parte
emocional de la conversación que generaba
temor. Aunque tu cuerpo era saludable y te sentías físicamente bien, en
tu fuero interno latía la preocupación por tu vulnerabilidad física. Así, al
cabo del tiempo, adquiriste un Punto Fijo Emocional basado en la vulnerabilidad física.
Tú puedes cambiar tus puntos
fijos emocionales
Del mismo
modo que tus estados emocionales dominantes pueden pasar de una
sensación de bienestar y seguridad a otra de malestar o inseguridad,
tus puntos fijos pueden pasar de no sentirte bien a sentirte bien, pues
adquieres un Punto Fijo Emocional simplemente prestando atención a
un determinado tema, y a través de tu pensamiento practicado.
No obstante, la mayoría de las personas no elaboran deliberadamente pensamientos,
sino que dejan que sus pensamientos graviten hacia lo que
ocurre en torno a ellas. Ocurre algo. Lo observan. Se produce en
ellas una respuesta emocional a lo que observan. Y dado que la
mayoría de las veces se sienten impotentes para controlar lo que
observan, llegan a la conclusión de que no tienen ningún control sobre su
respuesta emocional a lo que observan.
Queremos que comprendas que ejerces un control absoluto sobre tus puntos
fijos. Y queremos que comprendas la extraordinaria utilidad de que
adquieras deliberadamente tus puntos fijos. Porque de este modo, cuando esperes algo, lo
conseguirás. Es posible que los pormenores
sean distintos de lo que imaginabas, pero la esencia vibratoria siempre coincidirá exactamente con la tuya.
Déjate guiar por tus sentimientos
Otra
importante premisa que conviene que tengas presente es que eres una extensión
física de la Fuente
de Energía, y que una Corriente eterna de esa Fuente de Energía fluye
hacia ti y a través de ti, y constituye tu Ser. Esta Corriente ya fluía antes
de que el Ser físico que conoces como Tú nacieras, y seguirá fluyendo cuando el
Ser físico que conoces como Tú experimente lo que llamáis «muerte».
Todo organismo vivo, animal, humano o planta, experimenta lo que se
denomina muerte, sin excepción. El Espíritu, que es lo que somos, es
eterno. Por consiguiente, la muerte resulta ser un cambio en la
perspectiva de ese Espíritu eterno. Si estás encarnado en tu cuerpo físico y
conectado conscientemente a ese Espíritu, posees una naturaleza eterna
y no debes temer que llegue un final, porque, desde esa perspectiva,
no existe. (Jamás dejarás de existir porque eres una Conciencia eterna.)
Tus emociones te indican la cantidad de Fuente de Energía que estás
invocando en estos momentos en virtud del deseo que sientes en este
momento. Asimismo, te indican si tu preponderancia de pensamiento sobre el tema
se corresponde con tu deseo, o bien con la ausencia de tu deseo.
Por ejemplo, una sensación de vehemencia o entusiasmo indica que
existe un intenso deseo en ese momento; una sensación de rabia o revanchismo
también indica que existe un intenso deseo; pero una sensación de
aburrimiento o desmotivación indica que en estos momentos estás escasamente
centrado en un deseo.
Cuando deseas algo con fervor y piensas en tu deseo y te complace pensar en
él, las vibraciones de tu pensamiento se alinean con tu deseo y la
corriente de tu Fuente fluye a través de ti libre y sin trabas hacia tu
deseo. Es lo que denominamos «aceptar que fluya tu Bienestar natural». Pero
cuando deseas algo fervientemente y sientes ira, temor o frustración,
significa que estás centrado en lo contrario a lo que deseas y por
tanto estás introduciendo otra vibración ajena a la cuestión. El grado
de emociones negativas que experimentas en esos momentos indica tu
resistencia a recibir lo que deseas.
Aprende a prestar atención a
tus sentimientos
Cuando las
emociones son intensas —al margen de que sean positivas o negativas—
significa que experimentas un deseo intenso. Cuando las emociones son
débiles, significa que tu deseo no es intenso.
Cuando las
emociones hacen que te sientas bien —al margen de que sean intensas o débiles— significa que facilitas la consecución de tu deseo.
Cuando las emociones hacen que te sientas mal —al margen de que sean
intensas o débiles— significa que impides la consecución de tu deseo.
Tus emociones son indicadores precisos de tu contenido vibratorio. Por
consiguiente, son un reflejo fidedigno de tu actual punto de
atracción. Te ayudan a saber, en todo momento, si facilitas o impides la
consecución de tu deseo.
Quizá creas que no puedes controlar tus emociones, o que deberías
controlar tus emociones, pero en cualquier caso deseamos que consideres tus
emociones de forma distinta: Te recomendamos que prestes atención a
lo que sientes y dejes que tus emociones cumplan con su papel de
valiosos indicadores.
Una sensación de vacío te
indica algo importante
Cuando el indicador
del combustible de tu vehículo te indica que el depósito está vacío, no despotricas
contra el indicador. Recibes la información
que te ofrece y te afanas en llenar el depósito de gasolina. Asimismo, un sentimiento negativo es un
indicador de que tu actual elección de pensamientos hace que ofrezcas una
vibración tan ajena a tu Fuente de Energía que te impide la plena
conexión con la Corriente de Energía.
(Podemos decir que tu depósito está vacío.)
Tus emociones no crean, pero indican lo que atraes en estos momentos. Si
tus emociones contribuyen a hacerte comprender que tu elección de
pensamientos no te lleva por el camino deseado, debes hacer algo
al respecto: Reactivar tu conexión y elegir pensamientos más
agradables.
«Ve en pos de tu felicidad» es
un pensamiento positivo
Como hemos
comentado antes, se han escrito ríos de tinta sobre el poder de los
pensamientos positivos, y lo suscribimos plenamente. No se ha ofrecido
mejor consejo a nuestros amigos físicos que el que dice «ve en pos de
tu felicidad», pues en la búsqueda de la felicidad uno debe alinearse con la Energía de su Fuente. Y en
esa alineación constante el Bienestar está garantizado. Pero cuando uno se
halla inmerso en circunstancias que le hacen ofrecer unas vibraciones muy alejadas de su
felicidad, le resulta imposible ir en pos de ella, pues la Ley de Atracción no le
permite realizar el necesario ajuste vibratorio, de igual forma que
uno no puede sintonizar la radio en el 101 FM del dial y
escuchar una canción que emiten en el 630 AM.
Estás capacitado para dirigir tus pensamientos
Tienes la
capacidad de dirigir tus pensamientos; tienes la opción de observar las
cosas como son o imaginarlas como querrías que fueran. Cualquier
opción que elijas, tanto si imaginas como si observas, es igual de
poderosa. Tienes la opción de recordar algo tal como sucedió o
imaginarlo como preferirías que fuera. Tienes la opción de recordar
algo que te complació o recordar algo que te disgustó. Tienes la opción de
esperar que ocurra algo que deseas o algo que no deseas. En
cualquier caso, tus pensamientos producen una vibración en ti que se corresponde con tu
punto de atracción, y las circunstancias y
los acontecimientos se alinean para corresponderse con las vibraciones que has
emitido.
Tienes la capacidad de prestar atención a lo que elijas, de modo que es
posible que desvíes tu atención de algo que no deseas y te centres en algo que
deseas. Pero cuando practicas insistentemente esa vibración en tu interior, tiendes a
seguir emitiendo esa vibración que has
practicado, por más que quisieras no hacerlo.
No es difícil cambiar el patrón de vibraciones, sobre todo cuando comprendes
que puedes hacerlo poco apoco. Cuando comprendas cómo se producen las vibraciones,
cómo inciden en tu experiencia y, más importante
aún, lo que tus emociones te indican sobre tus vibraciones, podrás progresar rápida y sistemáticamente hacia la
consecución de lo que desees.
Si nosotros estuviéramos en
tus zapatos físicos...
No es a ti a
quien corresponde hacer que ocurra
algo, sino a las Fuerzas Universales. Tu tarea consiste simplemente en
determinar lo que deseas. No puedes detener tu lista de constantes preferencias, de modo que
tu experiencia vital te ayuda a determinar, tanto a nivel consciente como
inconsciente, qué prefieres y en qué aspectos podría mejorar la
vida, aparte de tu importante perspectiva personal. Todo ofrecimiento (o
petición) consciente o inconsciente es atendido por la Fuente.
Cuando has vivido una experiencia que te ayuda a comprender, de forma
exagerada, lo que no deseas, también comprendes, de forma exagerada,
lo que deseas. Pero cuando eres intensamente consciente de lo que
no quieres, no significa que estés alineado con lo que quieres. Cuando
deseas algo que crees que es imposible de alcanzar, no estás
alineado. Cuando deseas algo y te sientes frustrado porque no lo
tienes, no estás alineado; cuando ves que alguien posee justamente lo
que tú deseas y sientes envidia, no estás alineado. Sí nosotros
estuviéramos en tus zapatos físicos, centraríamos nuestra atención en alinearnos con
los deseos y las preferencias que hubiéramos
ofrecido; nos esforzaríamos conscientemente en lograrlo.
No puedes reprimir tus deseos
naturales
Todos tus
deseos, necesidades o preferencias emanan de ti de forma natural y constante,
pues te encuentras en Primera Línea de un Universo que hace que
eso sea así; la naturaleza eterna de este Universo insiste en que tus
deseos se cumplan.
Éstos son los simples fundamentos de este Universo que se expande eternamente:
•
La variedad propicia la contemplación.
•
La contemplación crea preferencias.
•
La preferencia consiste en pedir.
•
Las peticiones siempre son atendidas.
Con respecto a la creación de tu experiencia vital, sólo existe una pregunta
importante que debes formularte: ¿Cómo puedo alinearme
en sentido vibratorio con los deseos que mi experiencia ha producido?
La respuesta es bien sencilla: Prestando atención
a cómo te sientes y eligiendo deliberadamente pensamientos —sobre lo que sea— que te
produzcan una sensación grata cuando te centres en ellos.
Esther
y Jerry Hicks
“Pide
y se te dará”
Aprende a
manifestar tus deseos...
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