El valor oculto detrás de tus reacciones emocionales
Tu vista es
distinta de tu olfato, y tu olfato es distinto de tu tacto, pero aunque sean sentidos
distintos, todos sirven para interpretar vibraciones.
Dicho de otro modo, cuando te acercas a una estufa caliente, tu vista no te índica necesariamente que
la estufa está caliente; el oído, el
gusto o el olfato tampoco contribuyen a que reconozcas que una estufa está
caliente. Pero cuando te acercas a la estufa con tu cuerpo, los sensores de tu piel te indican que la estufa está
caliente.
Has nacido con unos traductores sensibles, complejos y sofisticados de
vibraciones que te ayudan a comprender y definir tu experiencia. Y
del mismo modo que utilizas tus cinco sentidos para interpretar tu experiencia vital
física, has nacido con otros sensores —tus
emociones— que son intérpretes vibratorios que te ayudan a comprender, de inmediato, las experiencias que
vives.
Tus emociones indican en todo
momento el contenido vibratorio de tu Ser.
Así, cuando sientes conscientemente tus emociones, también puedes ser consciente de las vibraciones que
ofreces. Y cuando combines tus conocimientos sobre la Ley de Atracción con
esta conciencia instantánea de las
vibraciones que ofreces, adquirirás un control total de tu poderoso
punto de atracción. Con este conocimiento,
podrás guiar tu experiencia vital como desees.
Tus emociones se refieren —simple, pura y exclusivamente— a la relación
con tu Fuente. Y puesto que tus emociones te indican todo lo que
deseas y necesitas saber sobre la relación con tu Fuente, nosotros solemos
referirnos a tus emociones como tu Guía Emocional.
Cuando decidiste encarnarte en este cuerpo físico comprendías perfectamente
tu conexión eterna con la
Fuente de Energía, y sabías que tus emociones
serían indicadores constantes que te marcarían, en todo momento,
tu relación actual con la
Fuente de Energía. Por consiguiente, como entendiste que
siempre tendrías acceso a este potente sistema de guía, no experimentaste
ninguna sensación de riesgo o confusión, sino sólo una sensación de
aventura y euforia.
Tus
emociones te indican tu grado de alineación con tu Fuente. Aunque nunca
puedes llegar a una falta de alineación con tu Fuente que haga que te
desconectes de ella por completo, los pensamientos a los que
prestas atención te indican tu alineación o falta de alineación con la Energía No Física que
eres. Así, con el tiempo y la práctica, llegarás a saber, en todo momento,
tu grado de alineación con quien eres, pues prosperas cuando estás
en total sintonía con la Energía de tu Fuente y no prosperas cuando no permites
que se produzca esta alineación.
Eres un ser
que gozas de poder personal; gozas de total libertad para crear, y cuando lo comprendes y te centras en cosas
que forman una armonía vibratoria sientes una alegría indescriptible. Pero cuando te centras en pensamientos
que contravienen esa verdad, sientes las
emociones opuestas de falta de poder y esclavitud. Todas las emociones forman parte de esa gama, desde la
alegría hasta la falta de poder.
Cuando te
centras en un pensamiento que sintoniza con quien eres, sientes que
la armonía fluye por todo tu cuerpo físico. La alegría, el amor y la
sensación de libertad son ejemplos de esta alineación. Y cuando te
centras en pensamientos que no están en sintonía con quien eres,
sientes una discordancia en tu cuerpo físico. La depresión, el temor y el
sentimiento de esclavitud son ejemplos de esta falta de
alineación.
Del mismo modo que los escultores moldean la arcilla para crear una
obra que les complace, tú creas moldeando la Energía. La moldeas
mediante tu poder de concentración, de pensar, recordar e imaginar
determinadas cosas. Concentras Energía cuando hablas, cuando
escribes, cuando escuchas, cuando guardas silencio, cuando recuerdas y
cuando imaginas; la concentras a través de la proyección de tus pensamientos.
Al igual que un escultor que con el tiempo y la práctica aprende a
moldear la arcilla con precisión para crear lo que desea, tú puedes aprender a moldear la Energía que crea mundos a
través de tu concentración mental. Y, al igual
que el escultor moldea la arcilla para recrear su visión, tú puedes utilizar tus
emociones para moldear tu Bienestar.
Tres pasos para alcanzar
El Proceso
Creativo es muy sencillo desde un punto de vista conceptual.
Consiste en tres pasos:
•
Primer Paso (te corresponde
a ti): Pides.
•
Segundo Paso (no te
corresponde a ti): Obtienes respuesta.
•
Tercer Paso (te corresponde a
ti): Debes recibir o aceptar
(dejar que fluya
hacia ti) la respuesta que se te ha dado.
Primer Paso: Pides
Puesto que
habitas en un medio maravilloso y diverso, el Primer Paso se produce de forma fácil y automática,
pues así es como se generan tus
preferencias naturales. Todo —desde tus deseos sutiles e incluso inconscientes
hasta tus deseos claros, precisos y vividos— es consecuencia de las diversas experiencias que conforman tu día a día. Los deseos (o el hecho de pedir)
son el resultado natural de hallarte en este medio repleto de una
fantástica diversidad y de
contrastes. Por consiguiente, el Primer
Paso se produce de forma natural.
Segundo Paso: El Universo
responde
El Segundo Paso es muy sencillo, pues no
te corresponde a ti. El Segundo Paso le corresponde a
lo No Físico, es obra de la
Fuerza denominada DIOS. Todas las cosas que pides,
grandes y pequeñas, son atendidas y ofrecidas de inmediato, sin
excepción. Cada punto de Conciencia tiene el derecho y la facultad
de pedir, y todos los puntos de Conciencia son respetados y atendidos de inmediato. Cuando pides, se te concede. Siempre.
A veces expresas lo que pides con palabras, pero por regla general emana de ti a
través de vibraciones, un flujo constante de preferencias personales, cada una
de las cuales da paso a la siguiente, y todas ellas son
respetadas y atendidas.
Cada pregunta es respondida. Cada petición es concedida. Cada oración
es respondida. Cada deseo es concedido. Pero el motivo de que muchos
nieguen esa realidad, y que arguyan ejemplos de deseos
insatisfechos correspondientes a su experiencia vital, se debe a que
todavía no han comprendido y completado el Tercer
Paso, cuya
importancia es decisiva, porque si uno no completa este paso la
existencia del Primer y Segundo Paso puede pasar inadvertida.
El Tercer Paso consiste en la aplicación
del Arte de Permitir. Es el motivo de que exista tu Guía
Emocional. Es el paso en virtud del cual reajustas la frecuencia vibratoria de
tu Ser para que coincida con la frecuencia vibratoria de tu deseo. Al
igual que debes ajustar el dial de tu radio en la frecuencia de la
emisora que deseas escuchar, la frecuencia vibratoria de tu Ser debe coincidir
con la frecuencia de tu deseo. Es el Arte de permitir que fluya tu
Bienestar natural, es decir, permitir que lo que pides fluya hacia ti. Si no estás
en un estado receptivo, te parecerá que tus peticiones no han sido atendidas,
aunque lo hayan sido; te parecerá que tus ruegos no han obtenido respuesta, y
tus deseos no se cumplirán, no porque no hayan sido escuchados, sino porque tus
vibraciones no coinciden con ellos, de modo que no permites que fluyan
hacia ti.
Cada
cuestión la forman dos cuestiones: lo que deseas y la ausencia de lo que
deseas. Con frecuencia —aunque creas que piensas en algo que deseas— en
realidad estás pensando justamente en lo opuesto a lo que deseas. Dicho de
otro modo: «Deseo estar bien, no deseo estar enfermo»; «deseo
gozar de seguridad económica, no deseo padecer penurias»; «deseo
tener una relación perfecta; no deseo estar solo».
Lo que piensas y lo que recibes siempre coincide desde el punto de vista
vibratorio, de modo que es muy útil realizar una correlación consciente
entre lo que piensas y lo que se manifiesta en tu experiencia vital, pero
resulta aún más útil discernir adonde te diriges antes de llegar allí.
Cuando comprendas tus emociones y el importante mensaje que te
transmiten, no tendrás que esperar a que algo se manifieste en tu
experiencia para comprender qué clase de vibraciones has emitido, sino que lo
que sientas te indicará exactamente hacia dónde te diriges.
El Proceso
Creativo se verifica al margen de que seas consciente de él. Debido a la
variedad y contraste de tus experiencias nacen continuamente en ti nuevas
preferencias, que aunque no te percates de ello, las transmites
como si fueran peticiones. Y en el mismo momento en que transmites una
preferencia, la Fuente
de Energía recibe tu petición vibratoria y en virtud de la Ley de Atracción te
ofrece de inmediato respuesta, con la que debes alinearte en sentido vibratorio.
La razón por
la que no siempre eres consciente de que tus deseos han obtenido respuesta es que a menudo se produce un desfase entre
el momento en que formulas tu petición (Primer Paso) y el momento en que permites que la respuesta fluya
hacia ti (Tercer Paso). Aunque
emane de ti un claro deseo como consecuencia del contraste que experimentas, con frecuencia en lugar de
centrarte únicamente en el deseo en sí mismo, te centras en la situación
contradictoria que genera ese deseo,
de forma que tus vibraciones coinciden más con el motivo por el que has formulado tu deseo que con el propio deseo.
Por ejemplo, tu coche está viejo y requiere frecuentes reparaciones...
Cuando empiezas a notar que falla, deseas un coche nuevo. Y como ansias
experimentar la sensación de seguridad que proporciona un coche nuevo, emana de ti un
cohete vibratorio de deseo que la Fuente ha recibido y
atendido de inmediato.
Pero como no eras consciente de la Ley de Atracción y el Proceso de
Creación basado en tres pasos, esta nueva sensación de euforia es poco
duradera. De modo que en lugar de centrar inmediatamente tu atención en tu
nuevo deseo y seguir dándole vueltas a la perspectiva de un
flamante y maravilloso coche (alcanzando así una armonía vibratoria con tu nueva
idea), piensas en el vehículo que ahora
posees, señalando las razones por las que deseas un coche nuevo. «Este viejo trasto ya no me sirve»,
piensas, sin darte cuenta de que al
pensar en tu viejo coche estás centrando tus vibraciones en él en lugar de centrarlas en el coche nuevo que
deseas. «Necesito un coche nuevo», explicas, señalando las abolladuras, los
arañazos y los fallos del viejo.
Con cada frase de necesidad y justificación de un coche nuevo refuerzas
sin querer la vibración de tu molesta situación presente, y al hacerlo,
sigues manteniéndote en una discordancia vibratoria con tu nuevo deseo
en lugar de mostrarte receptivo a lo que pides.
Mientras prestes más atención a lo que no deseas con respecto a
esta situación, no obtendrás lo que pides. En resumen, si
piensas predominantemente en tu maravilloso coche nuevo, éste comenzará a fluir
lenta y sistemáticamente hacia ti, pero si piensas ante todo en el viejo trasto que tienes ahora,
tu flamante y maravilloso coche nuevo no
llegará.
Quizá te parezca complicado distinguir entre el hecho de pensar en tu
coche nuevo y seguir dándole vueltas al viejo, pero cuando seas consciente de
tu Guía Emocional conseguirás hacer esa distinción.
Cuando comprendas que tus pensamientos coinciden con
tu punto de atracción y que
la forma en que te sientes indica tu nivel de aceptación o de rechazo, sostendrás la llave que te permitirá crear cuanto desees.
Es imposible que sientas
continuamente emociones positivas sobre algo y que se malogre, al igual que es imposible que sientas continuamente emociones negativas sobre algo y que
fructifique, porque lo que sientes
te indica si permites o no que tu Bienestar natural fluya hacia ti.
Aunque no existe una fuente de enfermedad, puedes
emitir pensamientos que impidan que fluya
tu bienestar al igual que puedes emitir pensamientos que impidan que fluya tu
abundancia natural, aunque no exista
una fuente de pobreza. El Bienestar fluye de continuo hacia ti, y si no has adquirido pensamientos que lo retrasen o
frenen, lo experimentarás en todos los ámbitos de tu vida.
No importa en qué situación te
halles en relación con lo que deseas. Al
prestar atención a lo que sientes, y al orientar tus pensamientos hacia
pensamientos más gratos, entrarás en armonía vibratoria
con tu Bienestar natural.
Ten presente que, en tanto que
extensión de Energía No Física pura y positiva, cuanta mayor sea la armonía
vibratoria que guardes contigo mismo
mejor te sentirás. Por ejemplo, cuando aprecias algo, guardas una armonía vibratoria con quien eres.
Cuando amas a alguien, o a ti
mismo, guardas una armonía vibratoria con quien eres. Pero cuando empiezas a buscar defectos en la otra
persona o en ti mismo, en ese
momento ofreces una vibración que no se corresponde con quien eres realmente, y la emoción negativa que sientes te indica que has introducido una vibración de
resistencia y no permites que se
produzca una conexión pura entre tu ser físico y la parte No Física de ti.
Con frecuencia nos referimos a
la parte No Física de tu ser como tu Ser
Interior, o tu Fuente. Al margen de cómo llames esta Fuente de Energía, o Fuerza Vital, es
necesario que seas consciente de cuándo
permites que se produzca tu conexión con ella y cuándo te resistes. Tus
emociones te indican en todo momento tu grado de aceptación o resistencia.
Con la práctica te convertirás
A medida que
reflexiones sobre cómo te sientes, llegarás a dominar el arte de
dirigir tu Fuente de Energía y te convertirás en un disciplinado,
gozoso y deliberado creador. Con la práctica, lograrás adquirir un
control preciso sobre esta Energía Creativa y, al igual que el hábil
escultor, te deleitarás moldeando esta Energía que crea mundos, orientándola
hacia tus fines creativos.
Cuando te centres en la Energía Creativa, debes tener en cuenta dos factores:
en primer lugar, la intensidad y velocidad de la Energía; y en segundo, la medida en que la aceptas o
rechazas. El primer factor tiene que ver con la cantidad de
tiempo que dediques a pensar en tu deseo, así como el grado de
precisión. Dicho de otro modo, cuando llevas mucho tiempo deseando algo tu
poder de invocarlo es mucho mayor que si piensas hoy en ello por
primera vez. Asimismo, si llevas mucho tiempo pensando en ello y
has experimentado un contraste que te ha ayudado a centrarte más específicamente, tu deseo lo invoca de un modo aún más
poderoso. Cuando un deseo adquiere ese poder
o esa velocidad te resultará muy fácil darte cuenta de cómo abordas el segundo factor: la parte de la aceptación o
el rechazo.
Cuando piensas en algo que has deseado desde hace mucho tiempo, y en este momento reparas
en que aún no ha ocurrido, estás pensando
en que no ha ocurrido, está presente en ti una intensa emoción negativa, pues piensas en algo que posee
una energía muy poderosa con la que no guardas una armonía vibratoria.
Pero si piensas en algo que deseas desde hace mucho tiempo e imaginas que está a punto de ocurrir, sientes una emoción
de expectativa o ilusión.
Así, la forma en que te sientes te indica si, en este momento,
estás alineado
en sentido vibratorio con tu deseo o la ausencia del mismo; si aceptas o te resistes a él, si en este momento lo facilitas o
entorpeces.
En tu
sociedad tan tecnológica y sofisticada, en la que tienes prácticamente acceso inmediato a todo lo
que ocurre en tu planeta, tan bombardeado
estás por pensamientos e ideas que, en ocasiones, tienes la sensación de que invaden tu experiencia
personal. Así, la idea de controlar
ese alud de pensamientos te parece imposible. Lo normal es prestar atención a lo que hay ante ti.
No te pedimos que te esfuerces en controlar tus pensamientos, sino que te esfuerces en tratar de
guiarlos. En realidad, más que guiar
tus pensamientos se trata de que trates de sentirte de una determinada manera, porque es más fácil tratar de sentirte
como deseas que mantener tus
pensamientos alineados en sentido vibratorio
con lo que te parece favorable.
La Ley de
Atracción atrae magnéticamente y organiza tus pensamientos, de modo
que conviene que comprendas y colabores deliberadamente con la Ley de Atracción con
el fin de guiar tus pensamientos.
Ten presente que cuando prestas atención a un pensamiento, ese
pensamiento se activa de inmediato en ti, de forma que la Ley de Atracción responde de inmediato, lo que significa que otros que guardan una armonía vibratoria con el que
acabas de activar se unen a él y lo convierten en un pensamiento más
pronunciado, poderoso y atractivo. Y mientras sigues centrado en él, y se
expande, otros pensamientos que
guardan una armonía vibratoria con ese poderoso
pensamiento se unen a él, y así sucesivamente.
Cuando te
centras deliberadamente en un tema, y generas una sistemática activación de
éste en ti, se convierte en un pensamiento practicado o
dominante. Y cuando eso ocurre empiezan a manifestarse alrededor de
tu pensamiento dominante cosas que coinciden con él. Del mismo modo que unos
pensamientos correlativos se unieron a tu
pensamiento anterior, en tu experiencia personal empiezan a manifestarse ciertas cosas correlativas
con tu pensamiento dominante: artículos en revistas, conversaciones con
amigos, observaciones personales... El proceso de atracción es evidente. Cuando
tu atención activa
enérgicamente una vibración que has practicado, ciertas cosas —deseadas
o no deseadas— empiezan a fluir hacia tu experiencia personal. Así es la Ley de Atracción.
Recuerda que
antes de beneficiarte del hecho de prestar atención a tus
emociones, debes comprender que el Bienestar es la única Corriente que
fluye. Puedes aceptar o rechazar esa Corriente, pero si la aceptas es
que te sientes bien, y si la rechazas te sientes mal. Dicho de otro modo, sólo
existe una Corriente de Bienestar, y la forma en que te sientes te
indica si la aceptas o la rechazas.
Lo natural es que prosperes. Que te sientas bien. Eres bueno, eres
amado y el Bienestar fluye constantemente hacia ti. Si lo aceptas, se manifestará
de multitud de formas en tu experiencia vital.
El tema al que prestas atención está pulsando y emitiendo una vibración de
Energía. Mientras te centras en él, comienzas a vibrar al igual que
vibra él. Cada vez que te centras en él, y cada vez que emites
vibraciones, te resulta más fácil hacerlo la siguiente vez, hasta que al
cabo del tiempo desarrollas una proclividad vibratoria. Al igual que ocurre con
cualquier otra cosa, a medida que practicas te resulta más fácil.
Y si te concentras en ese pensamiento y practicas esta vibración,
formas lo que denomináis «una creencia».
Una creencia no es más que una vibración practicada. Dicho de otro modo,
cuando practicas un pensamiento el tiempo suficiente, cada vez que
abordas el tema de ese pensamiento la
Ley de Atracción te conduce con
facilidad hacia la vibración de tu creencia. A partir de ahí la Ley de Atracción acepta
esa creencia como tu punto de atracción y te aporta cosas que coinciden con
esa vibración. Así, cuando vives una experiencia vital que se
corresponde con los pensamientos en los que te has centrado, llegas a
la conclusión de que «ésta es la verdad». Y aunque sería correcto
llamarlo «verdad», nosotros preferimos llamarlo atracción, o
creación.
El pensamiento en el que te centras se convierte en tu «verdad». La Ley de Atracción así lo afirma. Tu vida, y la de todo
el mundo, no es sino un reflejo de la predominancia de tus
pensamientos. Sin excepción.
Para ser un creador
deliberado de tu experiencia debes tomar la decisión de dirigir
tus pensamientos, porque sólo cuando elijas deliberadamente la dirección de tus
pensamientos podrás incidir deliberadamente en tu punto de atracción.
No puedes seguir hablando, observando y creyendo en cosas como lo has
hecho siempre y realizar cambios en tu punto de atracción, como tampoco
(según hemos comentado antes) puedes ajustar el dial de tu radio a 630 AM y
escuchar la música que emite el 101 FM. Tus frecuencias
vibratorias deben coincidir.
Cada emoción que sientes te indica si estás alineado o no con la Energía de tu Fuente. Tus emociones son tus indicadores
de la discrepancia
vibratoria entre tu Ser físico y tu Ser Interior, y cuando prestas atención a esas emociones y tratas de
centrarte en pensamientos agradables
estás utilizando tu Guía Emocional como te proponías hacerlo cuando te encarnaste en este
cuerpo físico.
Tu Guía Emocional es la clave para ayudarte a comprender tu contenido vibratorio y, por tanto,
constituye tu actual punto de atracción. A
veces es difícil distinguir entre el pensamiento de lo que deseas y el pensamiento de su ausencia. Pero
distinguir entre tu respuesta
emocional al pensamiento de lo que deseas y tu respuesta emocional al
pensamiento de la ausencia de tu deseo es muy fácil. Porque cuando estás plenamente centrado en tu deseo (y las
vibraciones que ofreces lo reflejan), te sientes maravillosamente. Y
cuando te centras en la ausencia de algo
que anhelas te sientes muy mal. Tus emociones te indican siempre con
exactitud cuál es tu punto de atracción. Así, si prestas atención a tus emociones y emites deliberadamente pensamientos que incidan en la forma en que te sientes, podrás
guiarte conscientemente hacia la frecuencia vibratoria que te permitirá
satisfacer cualquier deseo.
¿Puedes
aceptarte como un Ser Vibratorio?
La mayoría
de nuestros amigos físicos no están acostumbrados a considerar sus vidas en términos de
vibraciones, y menos aún a considerarse
ellos mismos como radiotransmisores y receptores. Pero vives en un Universo Vibratorio y te
compones de más energía, vibración
o electricidad de lo que
imaginas. Cuando aceptes esta nueva orientación y empieces a aceptarte como un Ser Vibratorio que atrae todas las cosas que fluyen hacia tu
experiencia, emprenderás el delicioso viaje hacia la Creación Deliberada.
Cuando comprendas la correlación
entre lo que piensas, lo que sientes y lo que recibes lo habrás conseguido. Ahora posees todas las claves
necesarias para dirigirte desde donde
te encuentres adonde desees ir, en todos los aspectos.
Esther
y Jerry Hicks
“Pide
y se te dará”
Aprende a
manifestar tus deseos...
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