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jueves, 21 de noviembre de 2013

INVOCACIÓN AL ARCÁNGEL ZADQUIEL



Rayo Violeta: Rayo de la Transmutación, Liberación, Compasión y Perdón
En el Nombre de Cristo y de la Santa Presencia del Yo Soy en mi Ser: te invoco Amado Arcángel Zadquiel del Rayo Violeta Transmutador que me ayude a la transmutación de mis karmas y que sean transformados y cerrados con Amor, Compasión y Perdón con la máxima armonía y serenidad y decreto y afirmo en su Nombre que mi Ser sea envuelto de este Rayo Violeta para sentirme en paz, en armonía y active mi misión del alma al servicio de Dios.
Yo soy Fuego Violeta,
Yo soy Perdón, Yo soy Liberación
Que Así sea (x3)
Así Será (x3)
Así es Ya (x3)
Gracias Arcángel Zadquiel

¡EL LLAMADO OBLIGA A LA RESPUESTA! Dice el maestro el 
milagrosa que es el Fuego Violeta, si deseas que te visite el genio de la lámpara de la libertad, el Maestro Saint Germain mismo, lo único que necesitas es llamarlo...Porque ha entendido el Fiat de Dios Todopoderoso y es ley cósmica: ¡ EL LLAMADO OBLIGA A LA RESPUESTA! Desde tu divina Presencia de Dios Yo Soy Declaráis: " EN EL NOMBRE DEL SANTO CRISTO Y EN EL NOMBRE DEL DIOS VIVO, YO INVOCO LAS ENERGÍAS DEL FUEGO SAGRADO DESDE EL ALTAR QUE ESTÁ DENTRO DE MI CORAZÓN, EN EL NOMBRE DEL "YO SOY" EL QUE "YO SOY", YO INVOCO LA LLAMA VIOLETA `PARA QUE DESTELLE DESDE EL CENTRO DE LA LLAMA TRINA DESDE EL NÚCLEO DE FUEGO BLANCO DE MI PROPIA PRESENCIA "YO SOY" MULTIPLICADA POR EL MONUMENTUM DEL BENDITO MAESTRO ASCENDIDO SAINT GERMAIN, INVOCO DICHA LUZ PARA QUE PENETRE MI ALMA Y ACTIVE LA MEMORIA DE LA LIBERTAD DE MI ALMA Y LA IMAGEN DIVINA DEL DESTINO DE MI ALMA, INVOCO LA LLAMA VIOLETA TRANSMUTADORA PARA QUE ATRAVIESE MIS CUATRO CUERPOS INFERIORES Y LA CONCIENCIA DE MI ALMA PARA TRANSMUTAR LA CAUSA Y ESENCIA DE TODO LO QUE SEA INFERIOR A MI PERFECCIÓN CRISTICA, DE TODO LO QUE NO ESTÉ EN CONCORDANCIA CON LA VOLUNTAD DE DIOS PARA MI CORRIENTE DE VIDA. QUE ASÍ SEA, POR LAS LENGUAS HENDIDAS DEL FUEGO DEL ESPÍRITU SANTO, EN CUMPLIMIENTO DE LA ACCIÓN DE DICHO FUEGO SAGRADO. COMO ARRIBA, ASÍ ABAJO, Y YO ACEPTO QUE ESTO SE REALICE EN ESTE MOMENTO CON EL PLENO PODER DEL DIOS VIVO QUIEN AHORA DECLARA DE MI ALMA : "YO SOY EL QUE YO SOY" " La Fuerza del Ángel fluye a través de Ti....con su Presencia Santa...la Guía de los Ángeles es siempre Segura... 




martes, 19 de noviembre de 2013

CÓMO NOS AFECTA EL RENCOR: UNA VISIÓN NOVEDOSA

“Aferrarse a la ira es como agarrar un carbón caliente, con la intención de tirarlo a alguien más.
Tú eres el que se quema.” Buda
Ante una situación de conflicto, cuando el otro nos dice o nos hace algo que no nos gusta, tendemos a quedarnos con rencores, y nos suele costar mucho esfuerzo el poder dar vuelta la página de verdad. Si estamos transitando o intentando transitar un camino espiritual, puede ser que nos intentemos autoconvencer de que ya no guardamos ningún rencor hacia nada ni nadie, podemos llegar a sentir que es así, pero luego de un tiempo vemos que ante cualquier cosa mínima que nos haga recordar a dicho evento o a dicha persona, el rencor vuelve a aparecer.
Una visión muy novedosa, sumamente simple y que nos puede ayudar mucho, es darnos cuenta de que si guardamos rencores, si nos quedamos con broncas, somos nosotros los principales perjudicados. Si tengo esos sentires en mi, los sentiré directamente en mi cuerpo, muy probablemente como un bloqueo o sensación fuerte de incomodidad en el plexo solar, que es justamente el centro energético o chakra relacionado con las emociones, que se ubica un poco por encima del ombligo.
Si no soy consciente de esto, si no practico la autoobservación, puedo alimentar aun más estos sentires con mis pensamientos: pensamientos que justifiquen y lleven a más rencor y más separación, pensar en lo mal que hizo esa persona, en cómo pudo hacerme eso, pensar que nunca más quiero volver a acercarme a esa persona, etc. Llegados a ese punto, el malestar que sentiremos puede ser muy notorio. No solo se sentirá esta incomodidad en nuestro plexo solar, estas emociones y pensamientos disonantes también drenarán nuestra energía vital. En definitiva y en palabras simples, quedaremos hechos “un trapo de piso”.
Al hacernos conscientes de esto, nos daremos cuenta del poderoso hecho de que si de verdad soltamos los rencores, si de verdad aceptamos la situación y podemos ver al otro más allá de la ofensa, los principales beneficiados seremos nosotros, porque volveremos a sentir paz, volveremos a sentirnos libres por dentro, nuestro cuerpo se volverá a sentir relajado, ya no habrá bloqueos, nos sentiremos nuevamente con la presencia y la energía vital activa en todo nuestro cuerpo, especialmente en nuestro corazón. Tendremos más ganas de vivir, sentiremos dicha, entusiasmo, volveremos a estar conectados con nuestra Esencia.
Desde este nuevo lugar, será mucho más fácil comenzar a sentir verdadera aceptación hacía el otro y hacia la situación que me tocó vivir. Entonces, además de ser un regalo para mí, también será como consecuencia un regalo para el otro. Si por el contrario, hubiéramos encarado esta situación sólo desde el esfuerzo de querer aceptar al otro inspirados en el común conocimiento de que “perdonar es algo bueno”, sería un enfoque muy noble, pero que nos puede costar muchísimo esfuerzo, esfuerzo que puede terminar siendo infructuoso.
Desde este nuevo lugar, como se explica en la técnica del Ho’Oponopono, también podré ver más fácilmente cuáles fueron las causas internas mías que me ayudaron a vivir esa situación, o que me hicieron sentirme tan dolido con dicha situación. Generalmente las cosas nos pasan, y hay otro u otros involucrados, pero a la vez los dolores se aumentan por heridas no sanadas de nuestro pasado. Entonces estos hechos nos pueden ser de gran utilidad para autoconocernos mejor, para sanar y abrazar cuestiones pasadas. Desde esta visión el otro termina siendo un facilitador que nos puede estar mostrando algo a sanar.
Todo esto no significa que no podamos sincerarnos con la otra persona, decirle que su actitud nos ha hecho sentir mal, que nos hemos sentido heridos, que su obrar nos parece demasiado fuerte, que no esperábamos eso de ella/él, que nos damos cuenta de que nuestro dolor puede en parte verse aumentado por nuestras propias heridas del pasado, pero que de todas formas duele, o lo que sea. Por el contrario, el consejo es intentar siempre decir lo que sentimos, compartirlo con el otro, abrirnos al otro, tratando de que sea lo más posible desde el corazón. Es el miedo el que nos hace creer que es mejor cerrarnos y no decir nada, y es el Amor el que nos ayuda a abrirnos y compartir.
Puede ser que al sincerarme, sea la otra persona la que se ofenda. Hay personas que no tienen reparo en decir o hacer cosas fuertes, pero que no toleran escuchar el retorno. Además, ofenderse en esas instancias suele ser un mecanismo de defensa para evitar sentir remordimiento o hacerse cargo de las propias acciones. En ese caso, será el viaje de la otra persona el trabajar sus rencores. Pero si nosotros hacemos nuestro trabajo y podemos soltar nuestros rencores, es muy posible que se dé una nueva instancia en la que sea el mutuo entendimiento, la mutua comprensión, la que triunfe. Solo es cuestión de darle a las situaciones el tiempo necesario. Y según han dicho los sabios y maestros, el tiempo es, en últimas, parte de la ilusión, como así también la separación.
No nos aflijamos si de todas formas más adelante los rencores afloran de nuevo. En ese caso podremos aplicar de nuevo esta visión sanadora. Generalmente vamos creciendo en espirales ascendentes, pareciera que volvemos a pasar nuevamente por lo mismo, pero siempre estamos avanzando, sanando y evolucionando.





*LOS SIETE CAMINOS DE LA MUJER*


 UN MITO SIOUX, EL DE LA MUJER BÚFALO BLANCO DESCRIBE LAS SIETE ETAPAS QUE SIGUE LA MUJER EN SU CAMINO HACIA LA AUTORREALIZACIÓN. EL ORIGEN DEL MITO LAKOTA ES CONOCIDO COMO "EL CAMINO DE LA BELLEZA" Y ES UN RITUAL SAGRADO QUE DURA TODA LA VIDA.

1. EL CAMINO DE LA HIJA
Este
período comprende desde el nacimiento hasta la aparición de la primera regla. Todavía es una niña, física y psíquicamente dependiente, mentalmente receptiva, que absorbe todo tipo de enseñanza, ejemplo o estímulo que se le presenta. Si todas estas influencias exteriores son apropiadas, estructuradas y emocionalmente equilibradas, la niña desarrollará el equilibrio, respeto, dignidad y autoconfianza que luego necesitará como recursos para llevar una vida en armonía con todo lo existente.

2. EL CAMINO DE LA MUJER
Abarca
los años en que una mujer desarrolla la autoconfianza, aprendiendo a controlar su vida independiente de los adultos. Aprende a través de la experiencia personal, desarrolla sus propias respuestas emocionales y mentales y elige sus relaciones. Empieza a explorar su sexualidad y a construir su espiritualidad. Son los años en los que empieza a conocerse y, poco a poco, llega a ser una persona responsable y madura (en nuestra sociedad actual este período va desde la adolescencia hasta los 28-32 años).

3. EL CAMINO DE LA MADRE
Desde
el punto de vista espiritual, el nacimiento de un hijo es el evento más importante de la vida de una mujer; ya que entonces entra a formar parte de la comunidad espiritual femenina. Al cruzar la frontera entre la vida y la muerte con el parto es recibida en la comunidad de las matronas, donde inicia la verdadera enseñanza. En el camino de la madre, la vida espiritual de la mujer pone sus raíces y florece: no hay que olvidar que en muchas culturas antiguas el dar a luz simbolizaba para la mujer una iniciación.

4 Y 5 EL CAMINO DE LA RECOGEDORA Y EL DE LA RITUALISTA
Ambos caminos son tan antiguos como la raza humana. Recoger es una disciplina que requiere respeto antes que nada; desarrolla poderes especiales de observación y discernimiento en el conocimiento de las estaciones, del clima, de la astronomía y de la curación. Armada únicamente de conocimiento, de intuición y de oraciones, la mujer recolecta gran cantidad de plantas y de sustancias minerales para la cocina, la magia, la higiene y la cosmética. La recogedora tiene que conocer perfectamente dónde y cuándo encontrar lo que necesita, la forma más adecuada de conservar, almacenar, preparar las sustancias y utilizarlas en condiciones que resulten eficaces e inocuas. Una Mujer Medicina nativa nunca aplica el mismo remedio al mismo síntoma físico en distintos pacientes, ya que trata al ser en su totalidad. Para ella "hacer medicina" es conocer al paciente, a su familia, su condición espiritual, mental, física, ambiental y social, y cómo combinar todo esto en el proceso de curación. Una Mujer Medicina que no consigue equilibrio, responsabilidad y ser consciente puede suponer un desastre para toda la comunidad, porque el poder de la mujer es grande, y cuanto más desarrolle la disciplina y la devoción, más aumentará su poder.

6. EL CAMINO DE LA MAESTRA
Aprendiendo
, experimentando, alimentando y trabajando la mujer alcanza la edad en la cual se vuelve transmisora de sabiduría espiritual y social. Es compartiendo con los demás las técnicas, las teorías y las experiencias que ha vivido como llega a ser una maestra. Entra en la menopausia tan profunda y madura como la fruta, como la flora. El modo en que una anciana enfoque su habilidad y su sabiduría depende de la naturaleza del trabajo espiritual hacia el cual ha sido conducida. Gran parte de su enseñanza se transmite a través del ejemplo; ella es un modelo para las mujeres más jóvenes en el camino, y su presencia y esencia revitalizan y enriquecen la vida de su comunidad entera.

7. EL CAMINO DE LA SABIA
Alcanzada
la vejez, la chamana entra en el período de la maestría, habiendo desarrollado una verdadera sabiduría. El sentido del equilibrio que caracteriza al universo es ahora parte profunda de ella, así como el sentido del humor.

EXISTEN OTRAS FORMAS DE AUTORREALIZACIÓN, PERO ESTE BELLÍSIMO RITUAL NOS RECUERDA QUE NO HAY QUE QUEMAR ETAPAS SINO VIVIR CON ENTREGA Y ACEPTACIÓN TODAS LAS EXPERIENCIAS QUE NOS LLEGAN, SEAN APARENTEMENTE BUENAS O MALAS, PORQUE ES LO QUE NOS TOCA VIVIR, Y PROBABLEMENTE ES LO MEJOR QUE NOS PUEDE PASAR.

A MENUDO LAS GRANDES ENSEÑANZAS LAS ENCONTRAMOS EN LAS PEQUEÑAS DIFICULTADES DIARIAS, POR ESTO EL "CAMINO DE LA MADRE" Y EL DE LA “RECOGEDORA” SON LAS ETAPAS MÁS DIFÍCILES EN LA VIDA DE UNA MUJER; ES EL CAMINO DE SACRIFICIO DEL EGO Y EL APRENDIZAJE DEL AMOR NO EGOÍSTA, REQUISITOS ESENCIALES PARA EL DESARROLLO DE UNA CONCIENCIA ESPIRITUAL Y CÓSMICA.

ESTOS SIETE CAMINOS SON LOS DE TODA MUJER QUE QUIERE INCREMENTAR SU PODER ESPIRITUAL A TRAVÉS DE TODA UNA VIDA, RECORDANDO QUE CADA PRUEBA O DIFICULTAD QUE VAMOS SUPERANDO ES UN PASO MÁS QUE VAMOS DANDO EN NUESTRO VIAJE HACIA LA TOTALIDAD.






No es al otro a quien hay que pedir disculpas.-



 Diccionario de la RAE: DISCULPA – (De dis y culpa) – “Razón que se da o causa que se alega para excusar o purgar una culpa”.

(Perdonen que comience dando mi opinión sobre el uso incorrecto que se hace de “pedir disculpas”, cuando creemos haber ofendido o molestado a una persona, cuando en realidad lo acertado sería “ofrecer disculpas”. La propia Real Academia de la Lengua Española admite ambas formas como iguales, pero, en cambio, el matiz diferenciador, a mi entender, hace que todo cambie).
Cuando alguna persona cree haberme ofendido o molestado de algún modo y me pide disculpas, digo, siempre, que no es a mí a quien tiene que pedirlas (ofrecerlas, en mi opinión) sino a sí mismo.
Si lo que me ha dicho o hecho me ofende o molesta es mi problema, por permitir que eso me afecte.
Siempre tengo la opción de no permitir que me altere si comprendo que lo que ha dicho sólo es una opinión equivocada por falta de un criterio veraz, o que tal vez haya actuado de un modo inconsciente, y posiblemente sin ánimo de hacerme daño.
Creo que es a sí mismo a quien tiene que ofrecer disculpas, a quien tiene que explicar lo que ha hecho, y por qué, y con quien tiene que dialogar –una vez que ya se ha dado cuenta de que lo que dijo o hizo no era lo correcto- para tratar de evitar que en el futuro se vuelva a repetir.
Si alguien pide disculpas, o perdón, es porque no se siente bien por su acción, porque su consciencia le está haciendo ver que no es correcto, y es por tanto consigo mismo con quien tiene que sentirse disgustado, si así lo cree necesario.
Al pedir disculpas al otro, o perdón, lo que uno pretende es tratar de resolver el conflicto del modo más sencillo: escuchando del otro que acepta sus disculpas o su petición de perdón.
De ese modo, se des-culpabiliza rápidamente creyendo que así ha dado por zanjado el asunto, y que todo queda como si nada hubiera pasado.
No es cierto. Es una tergiversación. En realidad, la consciencia no se tranquiliza ni se conforma con esas palabras. Es la mente quien se conforma con eso. Pero no es la mente, y sí la consciencia, y lo inconsciente, quienes nos gobiernan. Por lo tanto, es un asunto que sigue sin resolver.
La sensación de inconformidad por el acto sigue latente. Se siente como un perdón de palabra, pero no de corazón.
Tiene que haber sinceridad en la conversación con uno mismo cuando se ofrecen disculpas. Tiene que haber el reconocimiento expreso de haber cometido algo incorrecto, algo de lo que uno se arrepiente y por lo que se siente afligido, y es a sí mismo a quien tiene que decirle/decirse cuál debiera ser el modo correcto de comportarse en la próxima ocasión.
Recuerda que si has ofendido a otro, con quien realmente estás enojado es contigo.
PD.- Lo positivo de ofrecer disculpas al otro, es que uno le reconoce el derecho a ser digno y a no ser ofendido.